Para esta entrada hablaremos brevemente de las causa y crisis de 2008. Además de identificar variables en aquel año.
Lo más importante para un tratamiento correcto es diagnosticar correctamente la enfermedad. La principal preocupación de España no es la sostenibilidad de la deuda pública, sino la sostenibilidad de su deuda externa. La enfermedad que azota a la economía española no es el déficit público, que es un síntoma que hay que tratar, sino la pérdida de competitividad acumulada en la era del euro.
Desde que incluimos la moneda única, nuestra economía ha ido perdiendo competitividad con la eurozona hasta 2009. Nuestro aumento de precios superó al de nuestros competidores, lo que provocó un aumento de los déficits externos, que habían alcanzado el 10% del PIB en los años anteriores a la crisis. Debido a la excesiva liquidez transferida a la economía española entre 2003 y 2008, la acumulación de deuda externa es especialmente grave.
De hecho, a principios de la última década, la burbuja de Internet estalló, por lo que la economía estadounidense contrajo rápidamente su crecimiento y arrastró el declive de la economía alemana, el principal exportador de la economía europea a Estados Unidos. Ante esta situación, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo han recortado drásticamente los tipos de interés para limitar el impacto de la recesión económica en las principales economías del mundo y las principales economías europeas. El descenso de las tasas de intervención europeas es tan importante que las tasas de interés reales se han vuelto negativas en países como España donde las actividades siguen siendo aceptables. Cuando la inflación excede el costo de financiamiento, se emite una invitación a pedir prestado. Se trata de la actividad a gran escala de las empresas y los hogares españoles para financiar el consumo no convencional y la inversión no convencional mediante la atracción de ahorro exterior. Como resultado, la deuda exterior neta pasó de 300.000 millones de euros en 2003 a 900.000 euros en 2009. En este entorno amplio y líquido, el incentivo para controlar precios y salarios es casi nulo.
En la gráfica del PIB vemos un crecimiento constante pese a la crisis de 2008 y ese momento fue el boom mobiliario, en esa fecha España se sitúa en el top10. Este crecimiento parece que vino bien a la economía pero en el momento que pinchó fue un desastre total.
Me acuerdo de pequeño escucharlo, pero nunca supe realmente la verdad que se escondía tras de el evento, gracias por informar sobre ello.
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